Entrega 3: Elección de terreno
Complementando con la entrega anterior se hace una reelección del terreno dos, y por cada uno de los terrenos se van definiendo características espaciales de acuerdo a sus configurantes e hitos dentro del lugar, además de lo que se puede lograr (oportunidades) con el proyecto establecido en cada uno de estos sectores, enfatizando en cada uno de ellos la transversalidad que se quiere generar a nivel de grupo para que la ciudad comience a tomar relación con el borde río ya que se le puede sacar gran partido a un nivel turístico generando una atemporalidad de aquel borde.
Se
cambia por uno del eje alameda donde el trabajo urbano se da en los dos
extremos de esta calle, se remataría con un espacio de ocio (parque japonés y
club de yates), acá se articularían calles y con mayor relevancia el borde, ya
que ubicado en el centro, puede distribuir y realzar sus lados. Además se emplaza en un sector donde la
vocación es turística: hoteles, cabañas, hostales y restaurants complementan la actividad. Sin embargo,
la deficiencia del terreno es su espacio, pues se necesita de grandes espacios
para la llegada de los artefactos náuticos antes y después de tirarlos al agua.
Por
otro lado se hace una síntesis de las zonas y espacios jerárquicos que debe
tener un club náutico o de yates, en donde el hangar y patios volcados hacia el
agua (áreas húmedas) tienen mayor jerarquía, y como el enfoque que se le quiere
dar al proyecto es RECREATIVO se requiere implementar espacios públicos que se
vayan mimetizando en algunos recintos con los privados. Con muelles se generan
vistas de éstos espacios más interesantes (como el arme y desarme de los botes)
deben ser las más expuestas, no solo como “espectáculo” sino para atraer personas
externas a participar de la navegación.
Como
corrección y reflexión se dice que nos faltó indagar en los actos de cada una
de las actividades que proponemos, para que desde aquello se definan funciones
y decanten en espacialidades. Además aclarar aún mas cuales son las dimensiones
del terreno. Tener en cuenta siempre al usuario, ya que no todos los terrenos
se les ha dedicado ese enfoque; finalmente no debemos orientarnos 100% en la
propuesta urbana sino en la arquitectónica por ende pensar desde lo particular,
el usuario y su acto.
Una
vez expuesto todos los terrenos, se elige el más conveniente, en términos de
usuario, espacio disponible, conexiones, vistas etc. Con ello el terreno de la desembocadura
(borde cerro) era el más óptimo. En el cual tendremos que determinar ya sus
relieves, cómo baja hacia el río, dimensiones, etc.




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